Es necesario emplear envases y embalajes que
proporcionen un aislamiento
de calidad cuando:
Un aumento de la temperatura sea perjudicial
para la calidad y/o segu-ridad de los productos y no se pueda garantizar al
100% que la tempe-ratura se va a mantener estable porque el producto vaya a ser
transpor-tado. Es el caso de la carne y pescado frescos o de los helados.
El producto deba ser protegido de sufrir un
“shock térmico” provocado por cambios bruscos de temperatura, durante su
transporte o almace-naje. Es el caso de algunos productos farmacéuticos, frutas
y verduras frescas y determinados moluscos o crustáceos vivos.
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